Para comenzar hablar sobre una creencia limitante primero comencemos por: ¿Qué es una creencia? He aquí la repuesta, es una red de conclusiones o conceptos que organiza la percepción del entorno, en otras palabras, es la forma en la que interpretamos el mundo.
Entonces partiendo de esta descripción de lo que es una creencia, podríamos decir que la creencia limitante son pensamientos que tenemos, a veces de forma inconsciente, y que están condicionando nuestra vida en un sentido negativo, en una dirección que limita nuestras posibilidades de actuación en la vida.
Cuando nos encontramos frente a una creencia que sabemos que está condicionando nuestra vida, simplemente podemos preguntarnos este pensamiento: ¿me ayuda a crecer? ¿O está limitando mi crecimiento como persona? El hacernos preguntas de consciencia es una herramienta que nos facilita a nosotros mismos evaluarnos y darnos respuesta del desequilibrio que esta creencia produce en nuestro caminar.
- Entonces te preguntarás: ¿Cómo podemos identificar nuestras creencias?
Cualquiera que te cause incomodidad y que no te permita avanzar.
Cualquiera que pueda frenar tu avance.
Cualquiera que no te haga sentir bien.
Cualquiera que implique una imposición.
Como, por ejemplo: “no soy digno de ser amado” “el dinero no me alcanza” “No pertenezco a este lugar” de la misma manera podríamos decir que otros de los aspectos a identificar una creencia limitante están basada frecuentemente en el “sí pero…” es decir, la anegación que se antepone ante una situación, por ejemplo, “si pero…es que yo no puedo hablar en público”.
Cuando identificamos las creencias, éstas También pueden actualizarse de forma espontánea con el paso del tiempo y también pueden actualizarse a voluntad. Cuando nos damos cuenta de que una de esas creencias está deteniendo nuestro crecimiento podemos poner nuestra intención en transformarlas a través de un recurso positivo que potencie nuestra vida desde una perspectiva diferente, como dice el dicho “cambia tú y cambiara tu entorno”.

LO BUENO SE COMPARTE, ¡GRACIAS!